Consideraciones sobre las elecciones municipals

14 de juny de 2019 a les 8:30

Una vez pasadas las elecciones municipales y con los resultados encima de la mesa creo necesario hacer unas cuantas reflexiones tanto porque he sido candidato de Som Alternativa en las mismas como porque no dejo de ser un militante más de la izquierda municipalista de Cerdanyola.

En primer lugar el resultado, aunque previsible y previsto por la mayoría de actores políticos en esta ciudad, sorprende por lo abultado. Se esperaba una victoria del PSC pero no de esta magnitud. De esto se saca un primera conclusión: la ciudad ha votado para cambiar el gobierno, ha votado en una proporción más alta de lo habitual y -puestos a elegir- ha votado más a quienes más opciones tenían de desbancar a Carles Escolà: PSC y ERC. Hay aquí un primer punto en el que hacer autocrítica: Hemos intentado ofrecer a la ciudad una alternativa de izquierda coherente y de principios sólidos. La ciudad, en cambio, estaba mucho más preocupada en tener una alternativa inmediata de gobierno que en mantener el espacio político y las luchas que representamos. Aunque hemos intentado explicar en la campaña (con escasos medios y éxito) que no pretendíamos ser una oposición de bloqueo y que no seríamos la candidatura del no a todo parece que este mensaje no ha llegado lo suficiente.

Una segunda consideración que hay que hacer es que el voto de rebeldía y de ruptura con el régimen del 78 al que apelábamos y que hace 4 años estaba muy presente ha desaparecido en su mayoría. Los dos partidos que han capitalizado el voto útil (PSC y ERC) son justamente los que se han mostrado más moderados y más abiertos a los acuerdos amplios huyendo de frentismos tanto en los temas de ciudad como en el conflicto nacional. En ese sentido Guanyem ha jugado bien sus cartas en los últimos meses al camuflarse como una candidatura del espacio de En Comú y esconder el sector más radical de la CUP, creo que esto les ha evitado un batacazo electoral aun mayor. También se han benficiado de un voto que quería frenar al PSC, como en su día le pasó a Toni Morral, pero es pan para hoy y hambre para mañana. Con todo, hay que decir que cuando el vigente campeón sale al campo esperando no perder por goleada es que las cosas se han hecho muy mal.

Igualmente se puede dar por cerrado el ciclo iniciado con el 15-M observando que una candidatura como En Comú no mejora los resultados de la antigua ICV. Al mismo tiempo ese voto tampoco se inclina por SA. Esta tendencia no es solo propia de Cerdanyola, en todo el país las candidaturas alternativas que hace 4 años entraron en los Ayuntamientos, o que existían previamente, se han quedado fuera en esta ocasión en su mayoría, incluso se da el caso de que algunas ni se han presentado. Las candidaturas que sí han funcionado son, generalmente, las asociadas a En Comú allí donde ICV era fuerte ya antes. Allí donde la CUP ha ido estructurando esas canidaturas (sean nuevas o preexistentes) el resultado ha sido mucho peor, el ejemplo más dramático sería Santa Coloma donde una candidatura con la historia de Gent de Gramenet ha pasado de 6 concejales a quedarse fuera del Ayuntamiento. Se da la paradoja de que las candidaturas de izquierda alternativa han quedado peor después la de irrupción de CUP y Podemos en el escenario político de lo que estaban antes. La liquidación de las CAV es un triste ejemplo.

De todo lo dicho se podría deducir que la catástrofe era inevitable. Por suerte Ripollet nos enseña que esto no tenía porque acabar así, se podía haber hecho otras políticas, se podía tener una candidatura verdaderamente municipalista y no partidista, se podía haber buscado acuerdos con la oposición, etc. Si se ha podido hacer todo esto en la ciudad de al lado nada justifica que no se pueda hacer en Cerdanyola. Desde SA teníamos y tenemos esa voluntad de construir desde la izquierda municipalista. Ahora bien, hay que ser consciente de que este es un camino de largo recorrido. Salvo que el nuevo gobierno sea un desastre absoluto (y no es fácil que eso suceda) lo normal es que tengamos gobierno socialista para más de un mandato. Los grupos que nos posicionamos a la iquierda del PSC en Cerdanyola salimos de un ciclo de 20 años de gobiernos débiles en los que ser ha podido desplazar de la hegemonía al PSC teniendo dos veces la alcaldía: primero con ICV y después con CxC. Al fin

de este ciclo el resultado es una vuelta a la situación inicial pero con un desgaste de las organizaciones y personas que lo representan que requiere de nuevos liderazgos, nuevos equipos y nuevas dinámicas. Probablemente eso no va a pasar en los próximos 4 años, las inercias del pasado son todavía demasiado fuertes.

Jordi Haro